Poemas sobre

Obras de Arte

Viejo desnudo al sol de Mariano Fortuny


Bajo el aire de Granada,
el sol de marzo en tu rostro.
Amanecer que te cubre.

El viento pasa,
entra por tu piel.
Yo me quedo mirándote,
absorto,

en tus pinceladas rápidas,
entrecruzadas, libres.

Quisiera ser como tú:
nada más,
un viejo desnudo
al sol.


El perrito del rincón de Goya


Todos cuantos te buscan

quieren una explicación,

¿Por qué no te dejan en paz?

Eres la ausencia de un sentido.

Yo no necesito nombrarte.

Solo quiero sentarme

y sentirme también 

semihundido.


Serie Cóndores

En tus pinceladas
se derraman la magia
y el color del trópico.

Tus alas son
la libertad de los Andes,
la soledad de las alturas.

También un canto al Caribe,
al horizonte amarillo,
a la hondura azul del mar,
al rojo del sol.

En ti siento a Colombia,
o lo que queda.

Un poema sobre los colores

“La pintura es silente

Viva el color que no tiene palabra”

Alejandro Obregón


Guacamayas

En lo abstracto de la ciudad

la gran mancha urbana,

no distingue nada.

Todo es caos.

Sin embargo

el viento sopla, todavía

el amor vuela, todavía.

Una pareja de guacamayas

atraviesa la ciudad,

partiéndola en dos.

Esta tarde la belleza

se pasea a todo color.


Más que una mirada

Hoy regresas de otra época,
con la promesa
de llevarme donde
las palabras no buscan rima.

Cierro mis ojos
y sigues.
Sumergido en el claroscuro:
luces que callan,
sombras que te nombran.



Fragmentos

Se apagó la luz.
No era sólo vacío.
Ni ausencia.

El metal cambió de piel
y mostró más claro a sus víctimas:
el miedo con que nos doblaron,
la sangre con que tiñeron la tierra.

Olor a guerra.
A muerte.

Las víctimas
nos fundimos,
nos retorcemos,
nos dan forma a martillazos.
Nos exhiben.

Todos dicen paz.
Algunos dicen justicia.
Otros usan la justicia.

Nadie hace justicia.

Lluvia de Lirios

Cuando no lleguen los vientos,
vendrá a tus ojos
la luz de los lirios:
sus verdes, sus azules.

En el silencio
los pensamientos son formas.

La luz
persistirá en ti.


Horizontes

Poco sé de la montaña.
Menos de esta tierra heredada,
ajena.

Poco sé del filo del hacha,
del pulso del espíritu
que empuja al que se va.

Sé de la fragilidad de las cosas,
del vacío,
de los arañazos en el alma.

¿Dónde está mi raíz?
En el irse.
En la intemperie.
En el silencio
del oprimido.

Promesa de amor

¿Recuerdas la vez

que nos acostamos bajo la sombra 

del árbol de almendro?

Seguimos allá,

eternos y ligeros.

Recuerda que eres para mí,

ese amor que va desde

la flor y se unta de tierra.


Vía en dos direcciones

Aunque tenga la intención

de avanzar,

mi sombra siempre 

va hacia atrás.

A veces hago círculos,

y ella se queda parada

viéndome.

Otras veces corro

pero ella también,

en sentido contrario.

También pasa

que cuando voy hacia atrás

ella se adelanta.

Solo sé que al final,

un día nos juntaremos,

cuando ya no haya movimiento.


Polvo serás

Cuando la puerta

se cierra,

y los muros

son más que frontera,

solo se alcanza

a arrojar al aire

un puñado de algo

que no es tierra

ni tiempo.

Quizás el propio nombre

hecho ceniza.